El Papa Francisco ha instituido recientemente mandatos sólidos sobre cambio climático en la Ciudad del Vaticano, sentando un poderoso ejemplo para los líderes políticos y gobiernos de todo el mundo. Estos mandatos incluyen medidas estrictas para reducir las emisiones de carbono y promover prácticas sostenibles dentro del pequeño estado soberano. Al comprometerse con la energía solar, el Papa Francisco pretende transformar la Ciudad del Vaticano en un modelo de gestión ambiental. Esta postura proactiva sobre el cambio climático no sólo se alinea con la encíclica del Papa, Laudato Si', que llama a tomar medidas urgentes para proteger nuestro planeta, sino que también sirve como modelo moral y práctico para otros.
El 21 de junio de 2024, el Papa emitió una carta apostólica a los administradores del Estado de la Ciudad del Vaticano, autorizándolos a llevar a cabo las medidas necesarias para realizar la transición de los 110 acres que controla y alinear su ciudad-estado con Laudato Si'. En su carta, ordena la construcción de una planta de energía solar, llamada planta agrivoltaica, para proporcionar toda la energía necesaria para sustentar el Estado de la Ciudad del Vaticano. Básicamente, Roma está abandonando los combustibles fósiles por decreto papal.
En el título de su carta apostólica, el Papa Francisco se refiere al sol como Hermano Sol, lo que significa la herejía panteísta que enfatiza que los humanos y el mundo natural son parte de una familia interconectada. La carta del Papa, Fratello Sole, dice:
• “ Con la Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de nuestra casa común, del 24 de mayo de 2015, invité a toda la humanidad a tomar conciencia de la necesidad de cambiar sus estilos de vida, su producción y su consumo, para contrarrestar el calentamiento global y la economía global que ve, entre sus principales causas, el uso generalizado de combustibles fósiles”. [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario