“Porque has abandonado a tu pueblo, la casa de Jacob, Porque ellos se llenaron de influencias del oriente , Y son agoreros como los filisteos, Y hacen pactos con hijos de extranjeros.” Isaías 2:6.
Ya es hora de que los Adventistas del Séptimo Día rechacemos públicamente el movimiento ecuménico, que ha hecho que muchos de nuestros líderes adopten errores graves como la meditación trascendental, las filosofías panteístas orientales, el culto dominical y el alineamiento con Roma. Estas influencias socavan la misión distintiva y el mensaje profético confiados a nuestro pueblo. El ecumenismo, lejos de fomentar la unidad en la verdad, es una trampa espiritual mortal que nos aleja de los mensajes de los tres ángeles y de los llamados a mantenernos apartados como un pueblo peculiar. Al adoptar una mentalidad no doctrinal, no prejuiciosa y analfabeta en cuanto a la verdad, estamos transformando nuestra misión en una misión carente de poder divino y urgencia profética. Tal curso de acción no solo conduce a la degradación y la contaminación teológicas, sino que también coloca a quienes lo siguen en el camino de las siete últimas plagas y, en última instancia, al lago de fuego.
El pastor adventista Emilio Gandur (círculo de la izquierda) con el sacerdote católico Eduardo Carrera (círculo de la derecha).
Según varios informes de prensa, el pastor adventista del séptimo día Emilio Gandur del distrito de Rosario de la Frontera, en la provincia de Salta, Argentina, se unió a los católicos romanos, miembros de la iglesia de Scientology, Santos de los Últimos Días, bahá'ís, sikhs, el Movimiento de los Focolares y líderes políticos para un servicio de adoración ecuménico trascendental dominical el 17 de noviembre de 2024.
En el programa “Basta de Todo” del Canal 6 se publicó lo siguiente:
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