Mostrad vuestros colores!
Tus ojos miren lo recto, y tus párpados en derechura delante de ti. Proverbios 4:25.
En el libro El Peregrino hay un personaje llamado Dócil. Jóvenes, rechazad a este personaje. Aquellos representados por él son muy acomodaticios, son como un junco azotado por el viento. No poseen poder personal. Cada joven necesita cultivar la decisión. Una voluntad dividida es una trampa y será la ruina de muchos jóvenes. Sed firmes, no sea que quedéis con vuestra casa o carácter edificado en un fundamento arenoso. ... Manifestad decisión a cualquier costo. ... Aquellos que quieran caminar por el camino trazado para los elegidos del Señor, no deben ser movidos en asuntos de conciencia por hombres que a menudo han sido celosos para el mal. Deben manifestar independencia moral, y no deben temer ser peculiares. ...
Muchos cambian con cualquier corriente. Esperan para oir lo que otros piensan, y luego aceptan esta opinión como verdadera. Si se apoyaran plenamente en Dios, desarrollarían una voluntad firme; pero no le dicen al Señor: “No puedo hacer ninguna decisión hasta que conozca tu voluntad”. Su inclinación natural consiste en permitir a otros ser conciencia para ellos; y hablan después que el otro ha hablado, dicen lo que él ha dicho, y actúan como él actúa. Cuando estas personas son colocadas en circunstancias donde deben pensar y actuar por sí mismas, no se atreven a expresar ninguna opinión decidida. ... Dios tenga misericordia de estos débiles. ...
No imitéis a los hombres. Estudiad vuestras Biblias e imitad a Cristo.—The Review and Herald, 9 de mayo de 1899.
Tus ojos miren lo recto, y tus párpados en derechura delante de ti. Proverbios 4:25.
En el libro El Peregrino hay un personaje llamado Dócil. Jóvenes, rechazad a este personaje. Aquellos representados por él son muy acomodaticios, son como un junco azotado por el viento. No poseen poder personal. Cada joven necesita cultivar la decisión. Una voluntad dividida es una trampa y será la ruina de muchos jóvenes. Sed firmes, no sea que quedéis con vuestra casa o carácter edificado en un fundamento arenoso. ... Manifestad decisión a cualquier costo. ... Aquellos que quieran caminar por el camino trazado para los elegidos del Señor, no deben ser movidos en asuntos de conciencia por hombres que a menudo han sido celosos para el mal. Deben manifestar independencia moral, y no deben temer ser peculiares. ...
Muchos cambian con cualquier corriente. Esperan para oir lo que otros piensan, y luego aceptan esta opinión como verdadera. Si se apoyaran plenamente en Dios, desarrollarían una voluntad firme; pero no le dicen al Señor: “No puedo hacer ninguna decisión hasta que conozca tu voluntad”. Su inclinación natural consiste en permitir a otros ser conciencia para ellos; y hablan después que el otro ha hablado, dicen lo que él ha dicho, y actúan como él actúa. Cuando estas personas son colocadas en circunstancias donde deben pensar y actuar por sí mismas, no se atreven a expresar ninguna opinión decidida. ... Dios tenga misericordia de estos débiles. ...
Debemos libertarnos de las costumbres y la
esclavitud de la sociedad, para que cuando los principios de nuestra fe estén en
juego, no vacilemos en mostrar nuestros colores aun cuando se nos llame
peculiares. Mantened la conciencia sensible, para que podáis escuchar el susurro
más suave de la voz que habla como nunca hombre alguno habló. Que todos aquellos
que llevan el yugo de Cristo manifiesten el propósito inflexible de hacer el
bien porque es recto. Mantened vuestros ojos fijos en Jesús, preguntando a cada
paso: ¿Es éste el camino del Señor? El Señor no dejará que ninguno que haga esto
sea un juguete de la tentación de Satanás. ...
No imitéis a los hombres. Estudiad vuestras Biblias e imitad a Cristo.—The Review and Herald, 9 de mayo de 1899.