El
protestantismo [extenderá] la mano de camaradería al poder romano.
Luego se decretará una ley contra el día de reposo de la creación de
Dios, y entonces será que Dios hará “su extraña obra [...]. su extraña
operación” en la tierra.—Comentario Bíblico Adventista 7:922 (1886).
No
podemos ver cómo la Iglesia Romana puede exonerarse de la acusación de
idolatría [...]. Y esta es la religión que los protestantes están
comenzando a considerar tan favorablemente, y que eventualmente se unirá
con el protestantismo. Sin embargo, esta unión no ocurrirá por un
cambio en el catolicismo, porque Roma nunca cambia. Pretende ser
infalible. Quien cambiará será el protestantismo. La adopción de su
parte de ideas liberales lo pondrá en una posición en la cual pueda
estrechar la mano del catolicismo.—The Review and Herald, 1 de junio de 1886.
El
llamado mundo protestante formará una coalición con el hombre de
pecado, y la iglesia y el mundo estarán en una corrupta armonía.—Comentario Bíblico Adventista 7:986 (1891).
El
romanismo en el Viejo Mundo y el protestantismo apóstata en la América
del Norte actuarán de la misma manera contra los que honren todos los
preceptos divinos.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 673 (1911).