Voy a tratar de contestar a su pregunta sobre lo que deberá hacer en caso de que las leyes dominicales sean sancionadas.
Hablaré conforme a la luz que el Señor me diera cuando esperábamos una crisis análoga a la que parece confrontarnos ahora. Cuando el mundo, impulsado por una fuerza infernal, quiera hacer obligatoria la observancia del domingo, los adventistas del séptimo día deberán dar prueba de sabiduría, abstenerse de hacer trabajos comunes en domingo y dedicar ese día al trabajo misionero. Desafiar las leyes dominicales no haría más que fortalecer el espíritu perseguidor de los fanáticos que se esfuerzan por hacerlas ejecutar. No les déis ocasión de llamaros violadores de las leyes [...]. No se recibe la marca de la bestia por manifestar prudencia al conservar la paz absteniéndose del trabajo que ofende y consagrándose a una obra de las más importantes [...]. El domingo puede dedicarse a diversas actividades que lograrán mucho resultado para Dios. Pueden celebrarse reuniones al aire libre y en las casas particulares. Puede trabajarse de casa en casa. Los que escriben pueden, en aquel día, redactar artículos para los periódicos. Cuando sea posible, que se celebren reuniones religiosas en domingo, y que se las haga intensamente interesantes. Cantad verdaderos himnos de reavivamiento religioso y hablad con fuerza y seguridad del amor del Salvador.—Joyas de los Testimonios 3:395-396 (1909). Llevad a los estudiantes a celebrar reuniones en diferentes lugares y a hacer obra médico-misionera. Encontrarán a la gente en la casa y tendrán una espléndida oportunidad de presentar la verdad. Esta forma de pasar el domingo siempre es aceptable al Señor.—Testimonies for the Church 9:238 (1909).