La brevedad del tiempo
Ojalá que el Señor no dé descanso, día ni noche, a aquellos que ahora son descuidados e indolentes en la causa y la obra de Dios. El fin está cerca. Esto es lo que Jesús quisiera siempre mantener ante nosotros: la brevedad del tiempo.—Carta 97, 1886.
Cuando estemos de pie con los redimidos sobre el mar de vidrio, con las arpas de oro y las coronas de gloria y ante la eternidad sin límites, entonces veremos cuán breve fue el período de prueba que hubo que esperar.—Manuscript Releases 10:266 (1886).
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