El mes pasado, la Facultad de Religión de la Universidad de Loma Linda anunció que organizaría un evento llamado “Adventismo y catolicismo en un mundo cambiante”, que buscaba enfatizar los puntos en común entre las dos religiones. A partir de hoy, miércoles 2 de octubre de 2024, la reunión ha sido cancelada. [1] No se dio ninguna explicación, pero es obvio lo que sucedió. Queremos expresar nuestra gratitud a todos los que alzaron su voz en protesta y comunicaron sus preocupaciones a la dirección de la institución. También queremos agradecer a la Universidad de Loma Linda por la cancelación apropiada y rápida de este evento.
Los fieles adventistas del séptimo día deben protestar siempre que quienes ocupan puestos de confianza y liderazgo se desvíen de nuestro mandato divino, tal como se describe tanto en la Biblia como en el Espíritu de Profecía. Nuestro énfasis doctrinal y misionero depende de la adhesión a la Palabra de Dios y siempre que nos desviamos de estos principios corremos el riesgo de inducir a los miembros a cometer errores.
Todos somos responsables unos de otros y de Dios, y hablar en estos momentos es una demostración de amor tanto por la verdad de Dios como por el bienestar de la comunidad adventista del séptimo día. Tenemos el mandato y el deber bíblicos de defender la verdad, luchar por la fe y asegurar que la iglesia y sus instituciones sigan siendo lugares de integridad espiritual.
“Debemos clamar a viva voz, sin escatimar esfuerzos, y mostrarle a la gente sus transgresiones. No debemos acobardarnos ni pedir perdón al mundo por decirles la verdad. Debemos despreciar el encubrimiento. Desplieguemos nuestros verdaderos colores a la mirada de los hombres y los ángeles. Que se entienda que los adventistas del séptimo día no pueden hacer concesiones. En nuestras opiniones y nuestra fe no debe haber la menor apariencia de vacilación. El mundo tiene derecho a esperar algo de nosotros y nos considerará deshonestos, como si escondiéramos nuestros verdaderos sentimientos y principios por razones de política, si presentamos incluso la apariencia de no estar comprometidos” (Review and Herald, 31 de enero de 1893).