viernes, 16 de mayo de 2014

SER SEMEJANTE A JESÚS.

El sábado, una señal de la relación de pacto

Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.
Éxodo 31:17.

Si los hombres y las mujeres reconocieran el verdadero sábado, no despreciarían la Palabra de Dios, como lo hacen ahora. La observancia del séptimo día sería una cadena dorada que los uniría a su Creador. Pero se deshonra y se desobedece el mandamiento que señala al Dios verdadero, el Creador y Soberano del universo. Esta es la razón por la que hay tan poca estabilidad en el mundo. Las iglesias han rechazado la señal de Dios y han tergiversado su carácter. Han derribado el sagrado día de descanso de Dios exaltando un sábado falso en su lugar. Ojalá que los hombres y las mujeres dejen de cerrarse la puerta del cielo por sus propias perversidades...

Se ha hecho una brecha en la ley de Dios, y él pide que un pueblo repare esa brecha. Se ha exaltado un sábado falso en vez del sábado de Jehová. Pronto se promulgarán leyes obligando a todos a observar el primer día de la semana en vez del séptimo. Debemos hacer frente a esta dificultad, y encontraremos demasiados problemas, sin tener que excitar contienda entre los que profesan estar guardando los mandamientos de Dios.

Con estas claras palabras (Éxodo 31:16, 17) ante nosotros, ¿quién de los que conocen la verdad se atreverá a destacar menos los rasgos distintivos de nuestra fe? Es un hecho establecido, que debe ser destacado delante de todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, que el Señor Dios hizo el mundo en seis días y descansó el séptimo día. “Fueron pues acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo” Génesis 2:1, 2...

El sábado es la señal de Dios entre él y su pueblo, una evidencia de su bondad, misericordia y amor, una prenda por la cual se distingue su pueblo de todos los falsos devotos fanáticos del mundo. Y Dios se comprometió en que los bendecirá en su obediencia, mostrándose que él es su Dios, y que los ha llevado a una relación de pacto con él, y que cumplirá sus promesas a todos los que son obedientes.—Manuscript Releases, 82-84.

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