Los protestantes que apoyan el mensaje ecuménico de Roma son meros peones utilizados para promover una agenda hostil que en última instancia pondrá fin a ellos y a sus creencias. Mientras los protestantes están ocupados acercando sus iglesias a la comunión con Roma, Roma, por otro lado, está ocupada tratando de evangelizar y convertir a los protestantes al catolicismo. ¡Qué engaño! Se den cuenta o no, los protestantes que promueven la agenda ecuménica están perpetuando el fraude contra Dios, la fe protestante y la libertad de conciencia.
Según el Registro Católico Nacional, los protestantes son un grupo de rebeldes que dividieron a la Iglesia Católica Romana en oposición al llamado de Cristo a la unidad. Aunque con muy poco éxito, la Iglesia católica siempre había querido que las iglesias protestantes –que son vistas como hijas– volvieran a la reina madre. Sin embargo, el decreto ecuménico del Concilio Vaticano II marcó un importante punto de inflexión en las relaciones católico-protestantes. Hoy, gracias al mensaje ecuménico de reconciliación, perdón, unidad y, por supuesto, el fin de la protesta, todo parece estar cambiando. Roma se está moviendo rápidamente para unir a todas las iglesias protestantes a fin de reunirlas con la Iglesia católica y la Eucaristía.
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