“El protestantismo extenderá su mano a través del abismo para asir la mano del poder romano”. El conflicto de los siglos, pág. 588.
¿Hasta dónde llegaremos en el camino del ecumenismo? ¿Correremos ahora hacia los brazos abiertos del Papa Francisco, que nos espera para darnos la bienvenida a casa? ¿Qué camino seguiremos si Dios nos ordena predicar sobre la bestia, la imagen y la marca? En lugar de apresurarnos a asistir a la Misa Eucarística del domingo en Roma, ¿no deberíamos estar enseñando a todos, católicos y protestantes por igual, acerca del último mensaje de misericordia de Dios?
Tras reunirse con el presidente Ted Wilson hace cinco meses, el primer ministro adventista James Marape elogió la semana pasada al papa Francisco, expresó una profunda gratitud al Papa, afirmó que Francisco está promoviendo las enseñanzas de Jesucristo e incluso asistió a su “santa” misa eucarística dominical. Según fuentes oficiales de la iglesia, James Marape es un adventista del séptimo día que también es el primer ministro de Papúa Nueva Guinea (PNG). [1]
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