Mostrando entradas con la etiqueta ellen g white. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ellen g white. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de abril de 2024

Condúzcanse los espíritus a Cristo


¿Quién se está preparando para encargarse de una manera inteligente de la obra médico misionera? Los que acudan a recibir cuidados en nuestros sanatorios deben, mediante esta obra, ser conducidos al Salvador y aprender a unir su debilidad a la fuerza de él. Cada obrero debe ser inteligente y capaz; y entonces podrá presentar de una manera amplia y elevada la verdad tal cual es en Jesús.

Los que trabajan en nuestros sanatorios están constantemente expuestos a la tentación. Se ven puestos en relación con incrédulos, y los que no están firmes en la verdad sufrirán por este contacto. Pero los que moran en Cristo arrostrarán a los incrédulos como lo hizo Cristo mismo. Inflexibles en su obediencia, estarán siempre listos para decir una palabra buena en el momento oportuno y a esparcir la simiente de verdad. Perseverarán en la oración; mantendrán su integridad y darán cada día pruebas de cuán consecuente es su religión. La influencia de tales empleados será una bendición para muchos. Mediante una vida bien ordenada, conducirán almas a la cruz. Un verdadero cristiano confiesa constantemente a su Salvador. Está siempre gozoso, listo para dirigir palabras de esperanza y de consuelo a los que sufren. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.” Proverbios 1:7. Una frase de la Escritura tiene más valor que diez mil ideas o argumentos humanos. Los que se niegan a seguir los planes de Dios oirán finalmente la sentencia: “Apartaos de mí.” Mas si nos sometemos a la voluntad de Dios, el Señor Jesús dirige nuestra mente y da seguridad a nuestros labios. Podemos ser fuertes en el Señor y en la potencia de su fortaleza. Al recibir a Cristo, quedamos revestidos de su potencia. Cuando el Salvador habita en nosotros, su fuerza viene a ser nuestra; su verdad es nuestro capital, y ninguna injusticia se advierte en nuestra vida. Llegamos a poder decir palabras oportunas a quienes no conocen la verdad. La presencia de Cristo en el corazón es una potencia vivificadora, que fortalece todo el ser. Se me ha ordenado que diga a los empleados de nuestros sanatorios que la incredulidad y la confianza en sí mismos son los peligros contra los cuales deben prevenirse constantemente. Deben guerrear contra el mal con tal celo y ardor, que los enfermos sientan la influencia ennoblecedora de sus esfuerzos desinteresados. Ningún rastro de egoísmo debe mancillar nuestro servicio. “No podéis servir a Dios y a Mammón.” Ensalzad ante el mundo al Hombre del Calvario. Exaltadle por una fe viva en Dios a fin de que vuestras oraciones puedan ser oídas. ¿Comprendemos bien claramente hasta qué punto se acerca Jesús a nosotros? Se dirige a nosotros personalmente. Se revelará a todo aquel que quiera ser revestido del manto de su justicia. Declara: “Yo ... tu Dios, fortaleceré tu diestra.” Coloquémonos donde pueda verdaderamente sostenernos, donde podamos oírle decir con fuerza y autoridad: “Fuí muerto; y he aquí vivo para siempre jamás.”

A Fin de Conocerle - Abril | Día 9 - Agua para el Sediento


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 9 - Agua para el Sediento

bril 9 - Una de las peores características satánicas - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 323417566

La alta vocación de los empleados de nuestros sanatorios

Los empleados de nuestros sanatorios han sido llamados a una alta y santa vocación. Necesitan comprender mejor que en lo pasado el carácter sagrado de su tarea. La obra que ejecutan y el alcance de la influencia que ejercen exigen de ellos un esfuerzo fervoroso y una consagración sin reservas. En nuestros sanatorios, los enfermos y dolientes deben ser inducidos a comprender que necesitan auxilio espiritual tanto como curación física. En ellos deben recibir todos los cuidados favorables al restablecimiento de la salud; mas hay que hacerles ver también cuáles son los beneficios que provienen de la vida de Cristo y de la comunión con él. Hay que mostrarles que la gracia del Señor, obrando en el alma, eleva a todo el ser. Y para ellos el mejor modo de aprender a conocer la vida de Jesús consiste en verla realizada en la vida de sus discípulos. El que trabaja fielmente tiene los ojos puestos en Jesucristo. Recuerda que su esperanza de vida eterna la debe a la cruz del Calvario, y está resuelto a no deshonrar jamás a quien dió su vida por él. Se interesa profundamente en los sufrimientos de la humanidad. Ora y trabaja. Cuida de las almas como quien deberá dar cuenta, sabiendo que las almas que Dios pone en relación con la verdad y la justicia son dignas de salvarse. Los que trabajan en nuestros sanatorios están empeñados en una guerra santa. Deben presentar a los enfermos y a los afligidos la verdad tal cual es en Jesús. Deben presentarla en toda su solemnidad, y, sin embargo, con tal sencillez y ternura que las almas sean conducidas al Salvador. Deben siempre, en sus palabras y acciones, mostrar que Cristo es la esperanza de vida eterna. Nunca deben hablar de una manera impaciente ni obrar egoístamente. Los empleados deben tratar a cada uno con bondad. Sus palabras deben ser amables. Los que den prueba de verdadera modestia y cortesía cristiana ganarán almas para Cristo. Debemos esforzarnos por restablecer la salud física y espiritual de aquellos que acudan a nuestros sanatorios. Preparémonos, pues, para substraerlos durante cierto tiempo de las circunstancias que los alejaron de Dios, y para colocarlos en un ambiente más puro. Estando al aire libre, rodeados de las bellezas que Dios creó, y mientras respiran una atmósfera limpia y vigorizadora, es más fácil hablar a los enfermos de la vida nueva que es en Cristo Jesús. Allí es donde la Palabra de Dios puede enseñarse con más éxito. Allí es donde los rayos del Sol de justicia penetran mejor en los corazones entenebrecidos por el pecado. Con paciencia y simpatía, enseñad a los enfermos a comprender que necesitan al Salvador. Decidles que él es quien da fuerza a los débiles; quien da poder a los que no tienen ya energía. Necesitamos comprender mejor el sentido de estas palabras: “Debajo de su sombra me senté con gran deleite.” Cantares 2:3 (VM). Ellas no evocan en nuestro espíritu la imagen de un apresuramiento febril, sino por el contrario, la de un dulce reposo. Son muchos los que profesan ser cristianos y que manifiestan inquietud y depresión, y los que rebosan actividad, pero no pueden hallar tiempo para reposar tranquilamente en las promesas de Dios. Obran como si no pudiesen permitirse tener paz y tranquilidad. A éstos dirige Cristo esta invitación: “Venid a mí, ... que yo os haré descansar.” Mateo 11:28. Apartémonos de las encrucijadas polvorientas y calurosas que frecuenta la multitud y vayamos a descansar a la sombra del amor del Salvador. Allí es donde obtendremos fuerza para continuar la lucha; allí es donde aprenderemos a reducir nuestros afanes y a loar a Dios. Aprendan de Jesús una lección de calma confiada aquellos que están trabajados y cargados. Deben sentarse a su sombra si quieren recibir de él paz y reposo. Los que trabajan en nuestros sanatorios deben poseer una rica experiencia cristiana, fruto de la verdad implantada en el corazón y nutrida por la gracia de Dios. Arraigados y afirmados en la verdad, deben tener una fe que obre por amor y que purifique el alma. Pidiendo constantemente las bendiciones que necesitan, deben cerrar las ventanas de su alma a la atmósfera apestada del mundo y abrirlas, por el contrario, hacia el cielo, para dejar entrar los brillantes rayos del Sol de justicia.

 

A Fin de Conocerle - Abril | Día 8 - La Esencia y la Sustancia


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 8 - La Esencia y la Sustancia

Abril 8 - Dos contra uno - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3234175669

domingo, 7 de abril de 2024

El conocimiento de las leyes de la salud


Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la iglesia debe hacer obra misionera médica. Este mundo se parece a un hospital lleno de víctimas de enfermedades físicas y espirituales. Por todas partes, hay gente que muere por carecer del conocimiento de las verdades que nos han sido confiadas. Es necesario que los miembros de la iglesia despierten y comprendan su responsabilidad en cuanto a dar a conocer estas verdades. Los que han sido alumbrados por la verdad deben ser portaluces para el mundo. En el tiempo actual, ocultar nuestra luz sería una gravísima falta. El mensaje que Dios dirige a su pueblo hoy es éste: “Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Isaías 60:1. Por todas partes, se ven personas que han tenido mucha luz y conocimiento elegir voluntariamente el mal antes que el bien. No tratan de reformarse, y empeoran de día en día. Mas los hijos de Dios no deben vivir en las tinieblas. Como reformadores, deben andar en la luz. La obra médico misionera abrirá muchas puertas delante del verdadero reformador. No es necesario esperar hasta ser llamado a algún campo lejano para ayudar a los demás. Dondequiera que estemos podemos empezar inmediatamente. Se presentan ocasiones para todos. Emprendamos el trabajo del cual somos responsables, la obra que debe hacerse en nuestra casa y en nuestro vecindario. No esperemos a que se nos inste a obrar. Con temor de Dios, echemos mano a la obra sin dilación, acordándonos de nuestra responsabilidad personal delante de Aquel que dió su vida por nosotros. Obremos como quienes oyen a Cristo llamarlos personalmente a hacer cuanto sea posible para servirle. No miremos en derredor nuestro para ver quiénes más están listos. Si somos verdaderamente consagrados, Dios traerá a la verdad, por nuestro ministerio, a otras personas de las que podrá servirse para comunicar la luz a buen número de aquellos que andan a tientas en las tinieblas. Todos pueden hacer algo. Algunos dirán, tratando de disculparse: “Mis deberes domésticos y mis hijos exigen todo mi tiempo y todos mis recursos.” Padres, vuestros hijos pueden ser para vosotros una ayuda que acreciente vuestras fuerzas y capacidades de trabajar para el Maestro. Los niños son los miembros más jóvenes de la familia del Señor. Deben ser inducidos a consagrarse a Dios, a quien pertenecen por derecho de creación y de redención. Se les debe enseñar que todas sus energías del espíritu, del cuerpo y del alma pertenecen al Señor. Hay que enseñarles a servir en diferentes actividades útiles y desinteresadas. No permitáis que vuestros hijos sean impedimentos. Ellos deben compartir con vosotros vuestras cargas espirituales así como las materiales. Al ayudar a otros, ellos acrecientan su propia felicidad y utilidad.

A Fin de Conocerle - Abril | Día 7 - Una Familia en Cristo

 

Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 7 - Una Familia en Cristo

Abril 7 - Almas desnutridas - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3234175669

sábado, 6 de abril de 2024

Ilumínese la senda ajena


Cristo murió para que la vida del hombre quedase ligada con la suya en la unión de la divinidad y la humanidad. El vino a la tierra y llevó una existencia divino-humana para que la vida de los hombres y mujeres fuese tan armoniosa como Dios lo desea. El Salvador os pide que os neguéis a vosotros mismos y llevéis vuestra cruz. Entonces nada podrá impedir que se desarrolle vuestro ser entero y en vuestra vida diaria habrá una actividad sana y armoniosa.

Recordad, hermanos míos, que Dios es amor, y que por su gracia podéis llegar a haceros mutuamente felices, según lo prometisteis en ocasión de vuestro casamiento. Por la fuerza del Redentor, podéis trabajar con sabiduría y potencia para contribuir a la regeneración de alguna existencia desdichada. ¿Qué hay de imposible para Cristo? El es perfecto en sabiduría, justicia y amor. No os encerréis en vosotros mismos; ni os contentéis con cifrar todos vuestros afectos el uno en el otro. Aprovechad toda ocasión de trabajar por aquellos que os rodean y compartid con ellos vuestros afectos. Las palabras amables, las miradas de simpatía, las expresiones de aprecio serían para muchos de los que luchan a solas como un vaso de agua fresca para el sediento. Una palabra de estímulo, un acto de bondad contribuyen mucho a aliviar el fardo que pesa sobre los hombros cansados. La verdadera felicidad consiste en servir desinteresadamente a otros. Cada palabra, cada acción ejecutada en este espíritu queda anotada en los libros del cielo como habiendo sido dicha o hecha para Cristo. “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos—declara él,—a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40. Vivid en el resplandor del amor del Salvador. Entonces vuestra influencia beneficiará al mundo. Permitid al espíritu de Cristo que se apodere de vosotros. Esté siempre en vuestros labios la ley de la bondad. La indulgencia y el altruísmo caracterizan las palabras y las acciones de quienes nacieron de nuevo para vivir una vida nueva en Cristo Jesús.

*****

“Ninguno de nosotros vive para sí.” El carácter se manifestará. Las miradas, el tono de la voz, las acciones, todas estas cosas contribuyen con su influencia a hacer feliz o desafortunado el círculo doméstico. Modelan el temperamento y el carácter de los hijos; inspiran confianza y amor, o tienden a destruir estas virtudes. Todos mejoran o empeoran, son hechos felices o miserables por estas influencias. Debemos hacer conocer a nuestras familias la Palabra practicada en la vida. Debemos hacer todo lo posible para purificar, iluminar, consolar y alentar a nuestros familiares.

*****

Son muchos en nuestro mundo los que perecen por falta del amor y la simpatía que se les debiera otorgar. Muchos hombres aman a sus esposas, pero son demasiado egoístas para manifestarlo. Sienten una dignidad y un orgullo falsos, y no quieren manifestar su amor en palabras o en acciones. Son muchos los hombres que nunca han sabido cuán hambriento de una tierna palabra de aprecio y de afecto estuvo el corazón de su esposa. Sepultan a sus amados y murmuran contra la providencia de Dios que los privó de su compañía, cuando, si pudieran examinar la vida íntima de los tales, verían que su propia conducta fué la causa de su muerte prematura. La religión de Cristo nos inducirá a ser bondadosos y corteses, y no tenaces en nuestras opiniones. Debemos morir al yo y estimar a los otros como mejores que nosotros mismos.

A Fin de Conocerle - Abril | Día 6 - A Dios por Intermedio de Cristo


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 6 - A Dios por Intermedio de Cristo

viernes, 5 de abril de 2024

La abnegación

Estas crisis se producen también entre marido y mujer. A menos que ellos estén bajo la influencia del Espíritu de Dios, manifestarán en tales ocasiones el mismo espíritu impulsivo e irracional que se revela tan a menudo en los niños. Esa lucha entre dos voluntades será entonces parecida al choque del pedernal contra el pedernal.

Hermano mío, sea bueno, paciente, indulgente. Acuérdese de que su esposa le ha aceptado por marido no para que Vd. la domine sino para que le ayude. No sea nunca imperioso y arbitrario. No haga uso de su fuerte voluntad para obligar a su esposa a hacer lo que Vd. quiera. Acuérdese de que ella también tiene una voluntad y que tiene probablemente tantos deseos como Vd. de obrar según su criterio. Acuérdese también de que Vd. tiene la ventaja de una experiencia más amplia. Tenga para ella miramientos y cortesía. “La sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos.” Santiago 3:17. Hay una victoria que ambos debéis obtener, cueste lo que cueste: la victoria sobre la terquedad. No la obtendréis sino mediante la ayuda de Cristo. Podréis luchar mucho tiempo para dominaros, pero no tendréis éxito si no recibís la fuerza de lo alto. Mediante la gracia de Cristo, podréis obtener la victoria sobre vosotros mismos y sobre vuestro egoísmo. Si vivís la vida de Cristo, si a cada paso consentís al sacrificio, si manifestáis constantemente una simpatía siempre mayor para con aquellos que necesitan ayuda, obtendréis victoria tras victoria. Día tras día, aprenderéis a dominaros y a fortalecer los puntos débiles de vuestros caracteres. El Señor Jesús será vuestra luz, vuestra fuerza, vuestra corona de gozo, porque habréis sometido vuestra voluntad a la suya. Hombres y mujeres pueden alcanzar el ideal que Dios les propone si consienten en aceptar a Cristo como Ayudador suyo. Entregaos completamente al Señor. El pensamiento de que habéis de luchar para conseguir la vida eterna os fortalecerá y estimulará. Cristo puede daros fuerza para vencer. Mediante su ayuda, podréis destruir el egoísmo hasta en sus raíces más profundas.

 

A Fin de Conocerle - Abril | Día 5 - Un Plan para Todos los Tiempos


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 5 - Un Plan para Todos los Tiempos

Abril 5 - Demasiado bebidos - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3234175669

jueves, 4 de abril de 2024

Cómo enseñar a los niños


En la educación de los hijos, hay ciertas circunstancias en las cuales la voluntad firme de la madre se halla en pugna con la voluntad irracional e indisciplinada del niño. En tales casos, la madre necesita mucha sabiduría. Al obrar de una manera poco prudente, al someter al niño por la fuerza, se le puede hacer un daño incalculable.

Una crisis tal debe evitarse tanto como se pueda, porque implica una lucha violenta tanto para la madre como para el niño. Pero cuando dicha crisis se produce, hay que inducir al niño a someter su voluntad a la voluntad más sabia de sus padres. La madre debe dominarse perfectamente ella misma, y no hacer nada que despierte en su hijo, un espíritu de desafío. Nunca debe dar órdenes a gritos. Ganará mucho si conserva una voz dulce y amable. Debe obrar con su hijo de un modo que lo conduzca a Jesús. Ella debe acordarse de que Dios es su sostén, y el amor su fuerza. Si es una creyente prudente, no tratará de obligar a su hijo a someterse. Ella orará con fervor para que el enemigo no obtenga la victoria, y mientras ore, se dará cuenta de que su vida espiritual se renueva. Verá que la misma potencia que obra en ella obra también en su hijo. Este se volverá más amable y sumiso. Así ganará la victoria. La paciencia, la bondad, las sanas palabras de la madre cumplen esa obra. La paz sucede a la tormenta como el sol a la lluvia. Los ángeles que observaron la escena entonan gozosos cantos.

El Conflicto de los Siglos | Capítulo 1 | El Destino del Mundo Predicho


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Capítulo 1. El Destino del Mundo Predicho. Para apoyar la actividad del canal y la creación de nuevo contenido siga siguientes enlaces: https://bit.ly/2C5bcZ2 - PayPal https://bit.ly/2WT3x7q - Patreon https://t.me/devocionales_bot - Devocionales y lecturas a diario en Telegram gratis!

A Fin de Conocerle - Abril | Día 4 - Unidos en una Hermandad Común


 

Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 4 - Unidos en una Hermandad Común

Abril 4 - Fuego Extraño - Conflicto y valor - Elena G de White


 

miércoles, 3 de abril de 2024

El secreto de la felicidad


El matrimonio, unión para toda la vida, es símbolo de la unión de Cristo con su iglesia. El espíritu que Cristo manifiesta hacia su iglesia es el mismo espíritu que debe reinar entre los esposos.

Ninguno de los dos debe tratar de dominar. El Señor ha presentado los principios que deben guiarnos. El esposo debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia. La mujer debe respetar y amar a su marido. Ambos deben cultivar un espíritu de bondad, y estar bien resueltos a nunca perjudicarse ni causarse pena el uno al otro. Hermanos míos, ambos tenéis una voluntad fuerte. Podéis hacer de ella una gran bendición o una gran maldición para vosotros y para aquellos con quienes tengáis relaciones. No tratéis de constreñiros el uno al otro. No podéis obrar así y conservar vuestro amor recíproco. Las manifestaciones de la propia voluntad destruyen la paz y la felicidad de la familia. No dejéis penetrar el desacuerdo en vuestra vida conyugal. De lo contrario seréis desdichados ambos. Sed amables en vuestras palabras y bondadosos en vuestras acciones; renunciad a vuestros deseos personales. Vigilad vuestras palabras, porque ellas ejercen una influencia considerable para bien o para mal. No dejéis traslucir irritación en la voz, mas poned en vuestra vida el dulce perfume de la semejanza de Cristo. Antes de entrar en una unión tan íntima como el matrimonio, un hombre debiera saber dominarse a sí mismo y cómo obrar con los demás.

A Fin de Conocerle - Abril | Día 3 - Igualdad de los Creyentes en Cristo


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Abril Día 3 - Igualdad de los Creyentes en Cristo

Escuelas de obreros

A medida que nuestras casas editoriales tomen a pecho la obra en los campos misioneros, verán la necesidad ...