Estamos viviendo en medio de las escenas finales de la historia de esta tierra. Las profecías se están cumpliendo rápidamente. Están transcurriendo velozmente las horas del tiempo de gracia. No tenemos tiempo que perder, ni un momento. No seamos hallados durmiendo en la guardia. Nadie diga en su corazón o por
sus obras: “Mi Señor se tarda en venir”. Resuene el mensaje del pronto regreso de Cristo en fervientes palabras de advertencia. Persuadamos a hombres y mujeres por doquiera a arrepentirse y huir de la ira venidera. Despertémoslos para que se preparen inmediatamente porque muy poco sabemos de lo que nos espera. Salgan los ministros y los miembros laicos a los campos que maduran para decir a los despreocupados e indiferentes que busquen al Señor mientras puede ser hallado. Los obreros hallarán su mies dondequiera que proclamen las verdades olvidadas de la Biblia. Hallarán quienes aceptarán la verdad y dedicarán su vida a ganar almas para Cristo.
14.02.2016 / “El
terrorismo es un desafío filosófico. Debemos entender qué pasa con las
personas que toman las armas para ‘luchar por Dios'”, subraya el patriarca de la Iglesia ortodoxa. La histórica 
. "Por esta pequeña `escapada´, Jesús probablemente
tuvo que rogar perdón a sus padres," sugirió el Papa y añadió: "El
evangelio no dice esto, pero yo creo que podemos suponerlo." El que
cree en lo que las Sagradas Escrituras revelan al respecto, no puede
suponer esto de ninguna manera ni llegar a ese tipo de conclusiones,
porque la implicación aquí es que Jesucristo había cometido un pecado,
pues ¡si tienes que rogar perdón a alguien es porque has cometido un
pecado contra esa persona! Sin embargo, eso es contrario a lo que las
Sagradas Escrituras enseñan, porque la Biblia dice que ¡Jesús fue sin
pecado! Al hablar de Jesús, 1 Juan 3:5 dice: "Y sabéis que él apareció
para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él." También el libro
de los Hebreos nos enseña que Jesucristo fue "sin pecado". Hebreos 4:15.
San Pablo dice acerca de Jesucristo que fue aquel "que no conoció
pecado". 2 Corintios 5:21. Eso sin mencionar que en la historia de
Lucas, cuando Jesús se había quedado en el templo y luego sus padres lo
encontraron ahí, las Sagradas Escrituras dicen: "Cuando le vieron, se
sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He
aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo:
¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me
es necesario estar?" Lucas 2:48, 49. Por lo tanto, Jesús no estaba
haciendo nada malo o equivocado, simplemente estaba cumpliendo la
voluntad de Su Padre celestial, ¡por la cual sin duda no tenía que pedir
perdón! 
