Disparador. El aumento del precio de la harina –que trepó 110% en el año– y el incremento de otros alimentos empujaron el índice de inflación de julio al 2,6%, según revela la medición del Congreso.
En julio, la inflación se sacudió la modorra. El Indice de Precios al Consumidor (IPC) difundido por el Congreso subió 2,5%, el registro más alto desde enero de este año. El fin de los acuerdos de precios, el repunte de los alimentos y la devaluación del peso son los principales condimentos que empujaron al índice. Los analistas pronostican que la inflación anual se ubicará entre 25,5% y 27%. Ya la variación de julio supone un alza interanual del 24,7%. Así, la inflación retoma la velocidad que había perdido con la aplicación del congelamiento, que sirvió para desacelerar temporalmente las remarcaciones (ver infografía).
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