lunes, 7 de abril de 2014

Niña de 8 años atrae atención de la prensa por sanar y expulsar demonios

Una niña de tan solo 8 años de edad ha atraído la atención de la prensa internacional porque la pequeña puede expulsar demonios y sanar a las personas cuando ora.
Alani Santos, vive en las afueras de Río de Janeiro, su padre es pastor pentecostal y ella se ha convertido en una “misionera” de fe y esperanza para los brasileños necesitados.

En los barrios pobres del municipio de San Gonzalo, en Río de Janeiro, las personas acuden a una pequeña iglesia donde Alani Santos pretende exorcizar demonios y curara enfermos.
“Cuando la pequeña misionera te toque, algo pasará. Te curará”, anuncia el padre de Alani como introducción a su “milagrosa actuación”.
“La mayoría de las veces toco a la gente, otras sólo basta con orar para que la persona se cure”, explica Alani.
La pequeña expresa que su mayor satisfacción es cuando la gente le dice que ha sido curada, eso la hace sentir muy feliz; Alani piensa que tiene un don, se siente privilegiada y está agradecida por eso.
Alani advierte que si se padece una enfermedad o se está deprimido, lo único que se tiene que hacer es “tener fe y buscar a Jesús, nuestro Señor”.
En algunos videos de YouTube, se asegura que esta niña curó a un hombre con VIH luego de 7 años de haber sido infectado, en otro Aline logra que una anciana deje de usar bastón para caminar.
El diario británico Daily Mail realizó un reportaje de Alani donde la entrevistó y visitó la iglesia para presencia lo que Dios hace a través de esta pequeña. La noticia se ha proliferado por muchos medios por lo que ha sido llamada la “niña exorcista”.
VER VIDEO:http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=p9_ikLVsHjE


¡FALSIFICACIONES!


"¡A la ley y al testimonio! si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. "(Isa. 8: 20).

Al pueblo de Dios se le indica que busque en las Sagradas Escrituras su salvaguardia contra las influencias de los falsos maestros y el poder seductor de los espíritus tenebrosos. Satanás emplea cuantos medios puede para impedir que los hombres conozcan la Biblia, cuyo claro lenguaje revela sus engaños. En ocasión de cada avivamiento de la obra de Dios, el príncipe del mal actúa con mayor energía; en la actualidad está haciendo esfuerzos desesperados preparándose para la lucha final contra Cristo y sus discípulos. El último gran engaño se desplegará pronto ante nosotros. El Anticristo va a efectuar ante nuestra vista obras maravillosas. La falsificación se asemejará tanto a la realidad, que será imposible distinguirlas sin el auxilio de las Santas Escrituras. Ellas son las que deben atestiguar en favor o en contra de toda declaración, de todo milagro. (Nota: CS, 651.*)

Quien haga de la operación de milagros la prueba de su fe, encontrará que Satanás puede, mediante una variedad de engaños, realizar maravillas que pasarán por milagros genuinos. . .

Satanás es un obrero astuto, e introducirá engaños sutiles a fin de oscurecer y confundir la mente y desarraigar las doctrinas de la salvación. Aquellos que no acepten la Palabra de Dios literalmente, caerán en esa trampa. (Nota: MS2, 60.*)

Los malos ángeles nos siguen en todo momento. . . Ellos asumen nuevas posiciones y obran maravillas y milagros ante nuestros ojos. . .

Algunos estarán tentados a recibir estos prodigios como provenientes de Dios. Habrá enfermos que sanarán delante de nosotros. Se realizarán milagros ante nuestra vista. ¿Estamos preparados para la prueba que nos aguarda cuando se manifiesten más plenamente los milagros mentirosos de Satanás? ¿No serán entrampadas y apresadas muchas almas? Al apartarse de los claros preceptos y mandamientos de Dios, y al prestar oído a las fábulas, la mente de muchos se está preparando para aceptar estos prodigios mentirosos. Todos debemos procurar armarnos ahora para la contienda en la cual pronto deberemos empeñarnos. La fe en la Palabra de Dios, estudiada con oración y puesta en práctica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos hará vencedores por la sangre de Cristo.155 (Nota: JT1, 101

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