lunes, 19 de mayo de 2014

SER SEMEJANTE A JESÚS.

Establecer ejemplo de la santidad del sábado, y enseñarla

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6, 7.

Usted no ha valorado en su familia la santidad del sábado, no la ha enseñado a sus hijos, ni les ha encarecido la necesidad de guardarlo de acuerdo con el mandamiento. Su discernimiento no es claro y dispuesto para percibir la elevada norma que debemos alcanzar para ser observadores de los mandamientos. Pero Dios lo ayudará en sus esfuerzos cuando se aferre a la tarea con fervor. Debe poseer un control perfecto de sí mismo, y entonces podrá tener más éxito al controlar a sus hijos cuando son indisciplinados.

Tiene una gran tarea por delante para enmendar sus descuidos pasados, pero no se le exige que la realice en su propia fuerza. Ángeles ministradores lo ayudarán en la tarea. No abandone el trabajo ni ponga a un lado la carga, sino posesiónese de él con voluntad y repare sus grandes descuidos. Debe tener una visión más elevada de las demandas de Dios con respecto a su día santo. Todo lo que posiblemente pueda hacerse en los seis días que Dios le ha dado, debe ser hecho. No debe robar a Dios ni una hora de su tiempo sagrado. Se prometen grandes bendiciones a los que tienen una alta estima del sábado y se dan cuenta de las obligaciones que descansan sobre ellos en cuanto a su observancia: “Si retrajeres del día de reposo tu pie [de pisotearlo, de despreciarlo] de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová... entonces te deleitarás en el Señor tu Dios... te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado”. Isaías 58:13, 14

Cuando comienza el sábado debemos ponernos en guardia, velar sobre nuestros actos y nuestras palabras, no sea que robemos a Dios, dedicando a nuestro uso el tiempo que pertenece estrictamente al Señor...

Nada de lo que a los ojos del cielo será considerado como violación del santo sábado debe dejarse para ser dicho o hecho en sábado. Dios requiere no sólo que evitemos el trabajo físico en sábado, sino que disciplinemos nuestra mente para que se espacie en temas sagrados.—Testimonies for the Church 2:701-703.

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