domingo, 15 de junio de 2014

La palabra de Dios aprueba el juramento judicial



No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
Éxodo 23:1.

Vi que el Señor tiene algo que hacer todavía con las leyes de la tierra. Mientras Jesús está en el Santuario, los gobernantes y el pueblo sienten la restricción del Espíritu de Dios. Pero Satanás domina en extenso grado las masas del mundo, y si no fuera por las leyes de la tierra, experimentaríamos mucho sufrimiento. Se me mostró que cuando es realmente necesario y se llama a los hijos de Dios a testificar en forma legal, ellos no violan la Palabra de Dios al invocarle solemnemente como testigo de que dicen la verdad, y sólo la verdad.

Los seres humanos son tan corruptos, que las leyes están destinadas a obligarlos a asumir sus responsabilidades. Algunos hombres y algunas mujeres no temen mentir a sus semejantes; pero se les ha enseñado que es cosa terrible mentir a Dios, y el Espíritu de Dios que los refrena se lo ha inculcado. Se nos dio como ejemplo el caso de Ananías y Safira, su esposa. El asunto es llevado de los humanos a Dios, de manera que si alguien da falso testimonio, no lo da ante los mortales, sino ante el gran Dios que lee el corazón y conoce la verdad exacta de cada caso. Nuestras leyes hacen del falso juramento un delito muy grave. Dios imponía a menudo un castigo al que juraba en falso, y a veces, mientras el juramento estaba aún en sus labios, el ángel destructor lo derribó. Esto había de aterrorizar a los malhechores.

Vi que si hay en la tierra alguien que pueda testificar bajo juramento en forma consecuente, ese tal es el creyente. Él vive a la luz del rostro de Dios. Se fortifica en su fortaleza. Y cuando la ley debe decidir asuntos de importancia, no hay quien pueda apelar con tanto acierto a Dios como el creyente...

Jesús se sometió al juramento en la hora de su juicio. El sumo sacerdote le dijo: “Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios”. Jesús le contestó: “Tú lo has dicho”. Mateo 26:63, 64. Si Jesús, en sus enseñanzas a los discípulos, se hubiese referido al juramento judicial, habría reprendido al sumo sacerdote, y puesto en práctica sus enseñanzas para beneficio de sus discípulos que estaban presentes.

A Satanás le ha agradado que algunos hayan considerado el juramento en forma errónea; porque le ha dado oportunidad de oprimirlos y quitarles el dinero de su Señor. Los mayordomos de Dios deben ser más prudentes, trazar sus planes y prepararse para resistir los designios de Satanás; porque él hará mayores esfuerzos que nunca antes.—Joyas de los Testimonios 1:74, 75

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Progresemos y aumentemos nuestra eficiencia

El Señor desea que se siga proclamando con creciente eficiencia el mensaje del tercer ángel. Como obró él e...