lunes, 9 de junio de 2014

Se necesita la gracia de Dios para pulirnos

Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios. Levítico 25:17.

Usted está en serio peligro de cometer graves errores en sus transacciones comerciales. Dios le advierte que esté en guardia, no vaya a ser que se entregue a un espíritu de pisarse el uno al otro. Sea cuidadoso de no cultivar la discreción de un estafador, porque esto no resistirá el examen en el día de Dios. Se necesitan perspicacia y una atención al detalle, porque usted tiene toda clase de personas con las cuales tratar... Pero no permita que esos rasgos lleguen a ser un poder predominante. Bajo un control adecuado, son elementos esenciales en el carácter, y si tiene el temor de Dios ante usted, y su amor en el corazón, estará seguro.

Es mucho mejor ceder algunas ventajas que podrían obtenerse que cultivar un espíritu de avaricia y, de esa manera, hacerla una ley de la naturaleza. Una agudeza tacaña es indigna de un cristiano. Hemos sido separados del mundo por la verdad, que es más cortante que una espada de dos filos. Nuestros malos rasgos de carácter no siempre son visibles para nosotros, aunque pueden ser muy patentes para otros. Pero el tiempo y las circunstancias seguramente nos probarán y sacarán a la luz el oro del carácter o pondrán al descubierto el vil metal...

Cada pensamiento deshonesto o bajo, cada mala acción, revela algún defecto de carácter. Estos rasgos toscos deben ser sometidos al cincel y martillo en el gran taller de Dios, y la gracia de Dios debe suavizarlos y pulirlos antes que puedan ser aptos para ocupar un lugar en el glorioso templo.

Dios puede hacer a éstos... [los líderes en nuestras instituciones de iglesia] más preciosos que el oro fino, más que al oro de Ofir (Isaías 13:12), si se someten a su mano transformadora. Deben estar decididos a hacer el uso más noble de cada facultad y de cada oportunidad. La Palabra de Dios debe ser su estudio y su guía al decidir cuál es lo más elevado y lo mejor en todos los casos...

El seguidor más débil de Cristo ha entrado en una alianza con el poder infinito. En muchos casos, Dios puede hacer poco con hombres y mujeres de conocimientos, porque no sienten la necesidad de apoyarse sobre él, que es la Fuente de toda sabiduría; por lo tanto, después de una prueba, los pone a un lado por personas de talento inferior que han aprendido a confiar en él, cuya alma está fortalecida por la bondad, la verdad y una fidelidad inquebrantable, y que no se inclinarán ante nada que pueda dejar una mancha en la conciencia.—Testimonies for the Church 4:450, 451.

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