Versión en español publicada el: 28/04/2017
La protección de la libertad y la dignidad humanas que ofrecen las comunidades religiosas es una contribución fundamental a la consolidación de la paz, declaró Su Toda Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, en su intervención durante la Conferencia Internacional de la Paz de Al-Azhar, celebrada los días 27 y 28 de abril en Egipto.
“En los dos últimos decenios, la humanidad ha sido
víctima de constantes atentados terroristas, que han herido o causado la
muerte a miles de personas y se están convirtiendo en la mayor amenaza y
fuente de miedo en las sociedades contemporáneas”, dijo Su Santidad,
“desde entonces, a menudo se ha considerado a las religiones sospechosas
–o directamente, culpables– de inspirar el terrorismo y la violencia”.
“La religión es un factor esencial en el proceso de la
paz”, dijo el Patriarca Bartolomé; “por supuesto que puede dividir,
generando intolerancia y violencia. Pero ese es el resultado de su
fracaso, no su esencia, que es proteger la dignidad humana”.
El diálogo interreligioso reconoce las diferencias de
las tradiciones religiosas y promueve la convivencia pacífica y la
cooperación entre los pueblos y las culturas. “El diálogo interreligioso
no requiere que uno niegue su propia fe, sino, más bien, que cambie su
mentalidad o su actitud hacia el otro”.
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