El fin militar del ISIS podría facilitar un viaje desde hace tiempo deseado por Francisco: Irak. Allí
dicen que su presencia podría ayudar al país en dos frentes: fortalecer
la paz interna y dar valor a la mermada presencia de los cristianos. Antes de la guerra se calculaba que había un millón y medio. En la actualidad hay menos de 300.000.
El
país está cambiando de estrategia y se está abriendo al mundo. El
pasado 4 de marzo, por ejemplo, estrenó nuevo embajador ante la Santa
Sede.
OMER AHMED KARIM BERZINJI
Embajador de Irak ante la Santa Sede
"Los
cristianos han estado en Irak desde antes que los musulmanes, su papel
ha sido muy importante. Por ser un pueblo que ha estado presente desde
los orígenes del país el pueblo de Irak quiere que venga el Papa”.
Irak
abre un nuevo capítulo de su historia cuyo principal reto será la
unificación entre sunnitas, chiítas, kurdos, cristianos, y demás etnias o
minorías.
OMER AHMED KARIM BERZINJI
Embajador de Irak ante la Santa Sede
"Se
están dando pasos para esa unificación. El hecho de que haya gente del
sur y de la zona del Kurdistán combatiendo juntos contra el ISIS es una
muestra de ello. Son los fundamentalistas los que quieren dar la
impresión de que Irak no está unido. Esto no es así. La diversidad nos
enriquece y estamos trabajando juntos, colaborando juntos.”.
De
hecho la puesta de largo de este embajador ante la Santa Sede fue
reunir en Roma junto al Papa a líderes religiosos y políticos de Irak de
distintas religiones o etnias: había kurdos, sunnitas, chiítas,
cristianos, yazidíes o mandeos.
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