Permítame decirle que el Señor actuará en esa etapa final de la obra en una forma muy diferente de la acostumbrada, contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios y dictar hasta los movimientos que deberán hacerse cuando la obra avance bajo la dirección de ese ángel que se une al tercero para dar el mensaje que ha de ser comunicado al mundo. Dios empleará formas y medios que nos permitirán ver que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que utilizará para realizar y perfeccionar su obra en justicia.—Testimonios para los Ministros, 300 (1885).
No os imaginéis que será posible trazar planes para el futuro. Que Dios sea reconocido como quien está al timón en todo tiempo y bajo toda circunstancia. Él obrará por medios que resultarán adecuados, y mantendrá, aumentará y edificará a su propio pueblo.—Counsels to Writers and Editors, 71 (1895). El Consolador se revelará no en una forma especifica, precisa, que el hombre pueda delinear, sino en el orden de Dios: en tiempos y formas inesperados que honrarán su nombre.—The Ellen G. White 1888 Materials, 1478 (1896). El suscitará hombres y mujeres entre la gente corriente para hacer su obra, así como en la antigüedad llamó a pescadores para que fuesen sus discípulos. Pronto habrá un despertar que sorprenderá a muchos. Aquellos que no comprenden la necesidad de lo que debe hacerse, serán pasados por alto, y los mensajeros celestiales trabajarán con aquellos que son llamados gente común, capacitándolos para llevar la verdad a muchos lugares.—Manuscript Releases 15:312 (1905).
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