El culto se está transformando en un gran espectáculo de carnaval. En este video, el logotipo del Ministerio Juvenil Adventista se representa con las palabras “Adoración, el arte de saltar”. Esto es lo que los jóvenes están aprendiendo sobre en qué se ha convertido el culto: un espectáculo de carnaval. La adoración sagrada de un Dios santo debe distinguirse de los espectáculos de diversión ordinarios porque su objetivo es evocar santidad y un profundo sentido de reverencia. Por otro lado, los espectáculos de carnaval se caracterizan por sus exhibiciones exuberantes, actividades con temática de entretenimiento y frivolidad. Lo que estamos presenciando en este nuevo estilo de adoración contrasta marcadamente con la atmósfera solemne que exige la adoración.
La Biblia nos llama a “temer a Dios y darle gloria; porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad al que hizo los cielos y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). Este es un llamado a honrar al Creador mediante la humildad, la pureza y el temor piadoso. En cambio, hoy vemos caos, superficialidad, festividades de carnaval, mundanalidad y un caos de ruido. Desdibujar las líneas entre estos dos reinos distintos socava la verdadera adoración de un Dios santo y reduce nuestras iglesias e instituciones a meros lugares seculares de entretenimiento.
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