Punto 1. Cuando se predica solamente de amor y gracia pero olvidamos la obediencia, la cual es fruto del amor y la gracia, podemos tener la certeza de que ese evangelio no es genuino. Recuerda que Jesús mismo dijo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15), y eso implica obediencia a Dios.
Punto 2. No hay una idea tan extendida y tan errada como la de decir que Cristo va a venir a buscar una iglesia en pecado, cuando en verdad la Biblia nos dice que Cristo vino para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8). Cuando Jesús venga por segunda vez viene a destruir el pecado junto con los pecadores, así que si su pueblo está en pecado, también lo destruirá. Así que cuando Cristo venga, lo hará para venir a buscar una iglesia sin mancha (Apocalipsis 14:5) y cubierta por el manto de justicia de Cristo (Apocalipsis 7:14).
Punto 3. Cuando se predica más sobre solucionar los problemas de este mundo en lugar de preparar nuestro carácter para la idoneidad para el cielo, ten por seguro que no es un mensaje inspirado por Dios. Debemos de contribuir, no para hacer de este mundo un mundo mejor, sino para hacer de las personas un reflejo de Cristo.
4. Cuando se dice que no hay ley o que esta fue abolida lo que estamos diciendo es que no tenemos pecado, ya que el pecado es infracción de la ley (1 Juan 3:4). Así que si no hay ley, no hay pecado, y si no hay pecado no hay de que arrepentirse (1 Juan 2:1) y por lo tanto no hay necesidad de un Salvador.
5. Cuando se le da más importancia a la alabanza musical que al estudio de la Biblia o la oración, ahí no reina Dios. Dios quiere que entonemos himnos de alabanza a él, pero cuando el tiempo que invertimos en cantar himnos es superior al tiempo que escudriñamos la Palabra de Dios, algo falla.
Recuerda que la mayoría no siempre tiene la razón.
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