CIUDAD DEL VATICANO — 4 de octubre.
El papa Francisco y docenas de líderes religiosos firmaron una
petición conjunta a los gobiernos de que se comprometieran a ambiciosos
objetivos en la próxima cumbre climática de Naciones Unidas. También
prometieron hacer su parte para guiar a sus fieles hacia un
comportamiento más sostenible.
Le recordamos que la “lucha” del
Papa Francisco inicio con el Laudato Si, con una carta ecológica, donde
se proponen algunas soluciones para la lucha contra el cambio climático
entre ellas, retomar un día de reposo. Actualmente diferentes organismos
están promoviendo un sábado verde. La iglesia católica por su parte promueve el domingo como día de reposo universal.
Todavía quedan pendientes conocer cuales serán estas acciones en
concreto, pero muchos líderes cristianos y judíos, e incluso ateos, han
sugerido un “sábado verde” o un “domingo del clima”. El objetivo es
cerrar la industria un día a la semana para reducir las emisiones y
dejar que el planeta descanse.
El Papa insiste en un primer
concepto expuesto en su discurso: “Todo está conectado, todo en el mundo
está íntimamente conectado”: la ciencia y la fe, el hombre y la
creación. “Reconocer que el mundo está interconectado significa no sólo
comprender las consecuencias dañinas de nuestras acciones, sino también
individuar comportamientos y soluciones que deben adoptarse con una
mirada abierta a la interdependencia y al compartir”, subraya Francisco.
“Hemos heredado un jardín, no debemos dejar un desierto a nuestros hijos”, dijo la petición, firmada en una ceremonia formal en el Palacio Apostólico antes de entregarse al responsable de la conferencia COP26, Alok Sharma.
Para los líderes religiosos, cuidar el entorno es un imperativo moral para preservar la creación divina para futuras generaciones y apoyar a las comunidades más vulnerables al cambio climático. Es un argumento que Francisco ha repetido, y que detalló en su encíclica “Alabado sea” de 2015.
“Fe y ciencia: Una petición para COP26” es una nueva iniciativa para recabar impulso e indignación de cara a la cumbre del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow, Escocia. Sigue a la cumbre juvenil de Milán de la semana pasada y a una petición anterior de tres líderes cristianos: Francisco; el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el líder espiritual de la mayoría de los cristianos ortodoxos del mundo, el patriarca ecuménico Bartolomé I.
El lunes se les sumaron los líderes de otros grupos religiosos que representaban a musulmanes suníes y chiíes, judíos, hindúes, budistas, taoístas, jainas y sijs, entre otros.
La cumbre de Glasgow aspira a conseguir compromisos más ambiciosos para limitar el calentamiento global por debajo de dos grados Celsius, e idealmente por debajo de 1,5 grados Celsius en comparación con niveles preindustriales. El acto también pretende movilizar financiamiento y protección para comunidades vulnerables y hábitats naturales.
Se espera que el papa asista al evento, aunque el Vaticano no ha confirmado su presencia aún.
Esperar respuestas efectivas de la COP 26
El respeto, subrayó el Pontífice, “no es un mero reconocimiento abstracto y pasivo del otro”, sino una acción “empática y activa” encaminada a “querer conocer al otro y entrar en diálogo con él para caminar juntos en este camino común”. Un viaje que desembocará en la Cop 26 de Glasgow que, concluye el Papa, “está llamada a ofrecer urgentemente respuestas eficaces a la crisis ecológica sin precedentes y a la crisis de valores en la que vivimos, y ofrecer así una esperanza concreta a las generaciones futuras”.
El evento finalizó con la siembra de un árbol de olivo en la que
participaron todos los asistentes. Cada uno depositó en la maceta un
poco de tierra, simbolizando el compromiso firmado momentos antes.
Fuente:
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-10/francisco-coop26-llamada-ofrecer-respuestas-eficaces.html
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