domingo, 17 de octubre de 2021

Se requiere una entrega total


Dios no aceptará nada menos que una entrega sin reservas. Los cristianos indiferentes y pecaminosos nunca podrán entrar en el cielo. No encontrarían felicidad en él, porque no saben nada de los principios elevados y santos que gobiernan a los miembros de la familia real. El verdadero cristiano mantiene abiertas hacia el cielo las ventanas del alma. Vive en compañerismo con Cristo. Su voluntad se conforma a la de Cristo. Su mayor deseo es llegar a ser más y más semejante a él.—The Review and Herald, 16 de mayo de 1907.

No podemos emplear al Espíritu Santo. El Espíritu ha de emplearnos a nosotros. Por el Espíritu obra Dios en su pueblo “así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Filipenses 2:13. Pero muchos no quieren someterse a eso. Quieren manejarse a sí mismos. Esta es la razón por la cual no reciben el don celestial. Únicamente a aquellos que esperan humildemente en Dios, que velan para tener su dirección y gracia, se da el Espíritu.—El Deseado de Todas las Gentes, 626 (1898).

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