miércoles, 29 de noviembre de 2023

Los reavivamientos sensacionalistas


El interés se ha dispersado en gran manera en ***. Cuando se produce un nuevo entusiasmo, muchos arrojan el peso de su influencia del lado erróneo. Cada hombre y mujer debe estar en guardia cuando se manifiestan entre el público ciertos engaños con el propósito de apartar a la gente de la verdad. Hay algunos que están siempre listos para ver y oír cosas nuevas y extrañas; y el enemigo de las almas tiene en estas ciudades importantes muchos medios de inflamar la curiosidad y mantener la mente distraída de las grandes y santificadoras verdades para estos últimos días. Si cada fluctuante entusiasmo religioso induce a algunos a descuidar el deber que tienen de sostener plenamente, por medio de su presencia e influencia, a la minoría que cree en la verdad impopular, habrá mucha debilidad en una iglesia en lugar de haber fuerza. Satanás emplea diversos medios para lograr sus propósitos y si, bajo el disfraz de la religión popular, puede descarriar de la senda de la verdad a los vacilantes e incautos, habrá logrado mucho en cuanto a dividir la fuerza del pueblo de Dios. Este entusiasmo fluctuante de los reavivamientos, que va y viene como la marea, tiene un aspecto engañoso que induce a muchas personas honradas a creer que se trata del verdadero Espíritu del Señor. Multiplica los conversos. Los que son de temperamento emotivo, los débiles y pusilánimes acuden a su estandarte, pero cuando la ola retrocede, quedan varados en la playa. No seáis engañados por los falsos maestros ni seducidos por vanas palabras. El enemigo de las almas tendrá seguramente bastantes platos de fábulas placenteras para halagar el apetito de todos. Siempre se levantarán fulgurantes meteoros, pero la estela de luz que dejan se apaga inmediatamente en las tinieblas, y éstas parecen más densas que nunca antes. Estos entusiasmos religiosos sensacionalistas, creados por el relato de anécdotas y la manifestación de excentricidades y rarezas, constituyen una obra superficial y los de nuestra fe que se dejen encantar e infatuar por estos destellos de luz, no fortalecerán nunca la causa de Dios. Están listos para retirar su influencia en la primera ocasión y para inducir a otros a asistir a aquellas reuniones donde oyen aquello que debilita el alma y confunde la mente. Es este retraimiento del interés de la obra lo que hace languidecer la causa de Dios. Debemos ser firmes en la fe; no debemos ser movedizos. Tenemos nuestra obra delante de nosotros, la cual consiste en hacer brillar sobre otras mentes la luz de la verdad, tal como está revelada en la ley de Dios, para conducirlas fuera de las tinieblas. Esta obra requiere, para tener éxito, energía resuelta y perseverante, y un propósito fijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Progresemos y aumentemos nuestra eficiencia

El Señor desea que se siga proclamando con creciente eficiencia el mensaje del tercer ángel. Como obró él e...