La adoración falsa es adulterio espiritual . Toda adoración falsa es adulterio espiritual. El segundo precepto, que prohíbe la adoración falsa, es también un mandamiento de adorar a Dios y a Él sólo servir. El Señor es un Dios celoso. No se puede jugar con él. Ha hablado acerca de la manera en que debe ser adorado. Odia la idolatría; porque su influencia es corruptora. Degrada la mente y conduce a la sensualidad y a toda clase de pecado ( Manuscrito 126, 1901 ).
El sábado, una prueba de lealtad —Todo hombre ha sido puesto a prueba, como lo fueron Adán y Eva en el Edén. Así como el árbol del conocimiento fue colocado en medio del jardín del Edén, así el mandamiento del sábado se coloca en medio del decálogo. Con respecto al fruto del árbol del conocimiento, se hizo la restricción: “No comeréis de él... para que no muráis” [ Génesis 3:3 ]. Del sábado, Dios dijo: No lo contaminaréis, sino lo santificaréis... Así como el árbol del conocimiento fue la prueba de la obediencia de Adán, así el cuarto mandamiento es la prueba que Dios ha dado para probar la lealtad de todos. Su gente. La experiencia de Adán debe ser una advertencia para nosotros mientras dure el tiempo. Nos advierte que no recibamos ninguna seguridad de boca de hombres o de ángeles que reste ni una jota o una tilde a la sagrada ley de Jehová ( The Review and Herald, 30 de agosto de 1898 ).
No hay comentarios:
Publicar un comentario