domingo, 10 de marzo de 2024

Pónganse los miembros a trabajar


Muchos que poseen verdadera capacidad se están herrumbrando en la inacción, porque no saben cómo ponerse a trabajar en los ramos misioneros. Obténgase que alguien con capacidad presente a estos inactivos el ramo de trabajo que podrían hacer. Establézcanse pequeñas misiones en muchos lugares, para enseñar a hombres y mujeres a emplear y así aumentar sus talentos. Comprendan todos lo que se espera de ellos, y muchos de los que están ahora desocupados trabajarán fielmente.

La parábola de los talentos debe ser explicada a todos. Se debe hacer comprender a los miembros de las iglesias que son la luz del mundo, y que de acuerdo a sus diversas capacidades espera el Señor que iluminen y beneficien a otros. Sean ricos o pobres, grandes o humildes, Dios los llama a servirle activamente. Depende de la iglesia para el adelantamiento de su causa, y espera que los que profesan seguirle cumplan su deber como seres inteligentes. Es muy necesario que se dedique a la obra de salvar almas toda mente adiestrada, todo intelecto disciplinado, toda jota de capacidad. No pasemos por alto las cosas pequeñas mientras buscamos una gran obra. Podéis hacer con éxito la obra pequeña, pero, al intentar una obra más grande podríais tal vez fracasar y caer en el desaliento. Poneos a trabajar dondequiera que veáis que hay trabajo que hacer. Haciendo con vuestras fuerzas lo que vuestras manos hallen para hacer será como desarrollaréis talentos y aptitudes para una obra mayor. Es al despreciar las oportunidades diarias y descuidar las cosas pequeñas, como muchos se vuelven infructuosos y marchitos. Hay maneras en las cuales todos pueden prestar un servicio personal a Dios. Algunos pueden escribir una carta a un amigo lejano o enviar un periódico a alguien que está averiguando la verdad. Otros pueden dar consejos a los que están en dificultades. Los que saben tratar a los enfermos pueden ayudar en esto. Otros que tienen las cualidades necesarias pueden dar estudios bíblicos o dirigir clases bíblicas. Deben idearse y ponerse en práctica entre las iglesias los métodos más sencillos de trabajar. Si los miembros aceptan unánimemente tales planes y con perseverancia los llevan a cabo, segarán una rica recompensa; porque su experiencia se irá enriqueciendo, su capacidad aumentará, y por sus esfuerzos salvarán almas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Confiadas palabras de despedida

[Del último mensaje directo de la Sra. Elena G. de White a la iglesia] No espero vivir mucho. Mi obra est...