“No sé si tenemos horas, días, meses o
años, pero como cristianos, Dios nos llama a llevar la verdad del
Evangelio hasta los confines de la Tierra”, Franklin Graham.
Como ves las noticias, te sientes como
que el mundo está cayendo a pedazos. Parece que nunca terminan las malas
noticias. Los musulmanes matando cristianos desde Indonesia a hasta
Bangladesh y Pakistán. En China, las iglesias están siendo derribadas.
Los cristianos están siendo torturados, decapitados y crucificados en
Irak. Las aldeas están siendo quemadas y las iglesias están siendo
destruidas, y lo mismo está ocurriendo en Siria.
El pastor estadounidense Saeed Abedini
sigue encarcelado en Irán por su fe. A lo largo de África del Norte,
Oriente Medio, y en muchas partes del mundo, las iglesias de Jesucristo y
cualquier persona o cualquier grupo que lleva su nombre está bajo
ataque. En nuestro propio país, existe una gran oposición a la iglesia
de Jesucristo. Esto lo vemos a través de los medios de comunicación, la
industria del entretenimiento, el gobierno y la política.
Jesús advirtió a sus discípulos en Mateo 24
cuando le preguntaron acerca de las señales del fin de los tiempos. Él
dijo que habría guerras y rumores de guerras, hambre, terremotos y
pestilencia. Él les dijo: “Entonces os entregarán a tribulación, y os
matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi
nombre.” (Mateo 24: 9, RV).
Mientras leía las noticias, no podía
dejar de preguntarme “¿Son estas las últimas horas que anuncian la
Segunda Venida de Cristo?” donde rescatará a su iglesia y Dios derramará
su ira sobre el mundo por el rechazo de su Hijo. No sé si tenemos
horas, días, meses o años, pero como cristianos, Dios nos llama a llevar
la verdad del Evangelio hasta los confines de la Tierra.
Nuestro trabajo consiste en advertirle a
los pecadores sobre las consecuencias del pecado y mostrarles que Dios
es amoroso y misericordioso, dispuesto a perdonar si creemos en Él y nos
arrepentimos. Tenemos que aceptar la provisión de Dios por nuestros
pecados, el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz. Esto es lo
que predicamos –en la Asociación Evangelística Billy Graham– Jesucristo,
murió, fue sepultado y pero ¡resucitó! En última instancia esto es lo
que más importa en este mundo.