El Amor De Cristo Por Sus Hijos. Hno. Samuel Rojas. Tema Presentado En La Iglesia El Evangelio Eterno De West Palm Beach FL, EE.UU. Ministerio El Evangelio Eterno.
EL ÚLTIMO PAPA
El ex sacerdote jesuita, Malachi Martin, muestra de forma intrigante
los sucesos internos del vaticano. “Es una novela, pero en un 85% se
basa en hechos reales, y muchos de los personajes que aparecen en ella
son reales aunque les haya dado nombres de ficción”. (Cualquier parecido
con la realidad no es pura coincidencia).
Año 1963. Satanás es
entronizado en la capilla paulina del Vaticano en una terrible ceremonia
secreta en la que participan varios cardenales y obispos. Treinta años
después, una conspiración de eclesiásticos, políticos y empresarios,
unidos por su pertenencia a la masonería, su delirio globalista y su
sumisión al diablo, trata de implantar un gobierno mundial, en el que la
Iglesia Católica abandone su papel de Esposa de Cristo para servir al
poder global. A punto de lograr su objetivo, los integrantes de este
complot tratan de vencer un último obstáculo: ‘el Papa eslavo’, un
hombre profundamente espiritual en la cátedra de San Pedro. Sitiado
dentro de la propia estructura del Vaticano y presionado por sus
enemigos para presentar su dimisión, el Papa confía en un joven
sacerdote estadounidense para jugar una partida definitiva en la guerra
contra el Mal. (Todo esto fue escrito en 1996).
Gabriel Calvo Zarraute hizo una publicación sobre este libro en el portal católico Infovaticana el 21 diciembre de 2018:
¿Malachi un profeta? Más bien testigo e investigador
Al poco de ingresar en el seminario, siendo un novato del primer curso de Filosofía (2002-2003) leí esta obra publicada en Estados Unidos en 1996, poco después en España por la editorial Planeta y ahora reeditada con gran acierto[1]. La impresión que me quedó es que se trataba de un texto de ciencia ficción ambientado en el pontificado de Juan Pablo II. Después de todo lo ocurrido en la Iglesia durante los últimos años y especialmente durante el pontificado de Benedicto XVI y el de Francisco, no puedo por menos que quedar enormemente sorprendido, más aún perplejo, ante la correspondencia de lo narrado por el autor con la realidad. Fuente