El terremoto de 7,9 grados en Costa Rica activó unas 16 fallas con alto poder destructivo, comunicaron los geólogos.
Tan solo 15 horas después de que el
terremoto de 7,9 grados sacudió el país el pasado 5 de setiembre, los
geólogos detectaron temblores leves, originados en las fallas Tenorio, Cote y
Chiripa, situadas cerca de los volcanes Rincón de la Vieja, Miravalles y
Tenorio, entre Guanacaste y Alajuela.
Poco después era la falla Ángel en las faldas
del volcán Poás la que generaba sacudidas y casi de manera simultánea
hubo sismos provocados por las fallas Agua Caliente, Río Azul, Elia y Ariete, en
los cantones de El Guarco, Turrialba y Desamparados.
Hasta el jueves pasado, había 16 fallas
distribuidas en las provincias de Guanacaste, Alajuela, Cartago y San José que
estaban causando temblores, informó la Red Sismológica Nacional (RSN) de la
Universidad de Costa Rica (UCR). Esos sismos no han superado los 4 grados
de magnitud de momento (Mw). Precisamente el jueves hubo varias sacudidas en
Zarcero en Alajuela (una de 4 grados) y que fueron atribuidas a la fallas Congo
y Porvenir.
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