“ Nuestro país repudiará cada principio de su Constitución como gobierno protestante y republicano” (Testimonios, Vol. 5, p. 451).
Vivimos en tiempos muy peligrosos. Ahora mismo, nuestra república constitucional está llegando rápidamente a su fin. Ningún expresidente en la historia de Estados Unidos ha sido acusado jamás. Donald Trump, sin embargo, enfrenta cargos penales en cuatro casos diferentes con 91 cargos de delitos graves que potencialmente podrían llevarlo a prisión por el resto de su vida. [1] Esto no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. Al final, los tribunales decidirán si algo se hizo ilegalmente o no.
Trump es el claro favorito del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2024, y el Departamento de Justicia (DOJ) de Joe Biden, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, Jr., y la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Faifa, todos demócratas, están utilizando el sistema legal para librar una guerra implacable contra Trump presentando todas estas acusaciones en su contra. El odio contra Donald Trump, el principal rival político de Joe Biden, y el temor de que pueda regresar a la Casa Blanca están provocando que el Departamento de Justicia de Biden y los fiscales liberales demócratas en Nueva York y Georgia hagan todo lo posible para encarcelarlo de por vida. Todo esto está sucediendo casualmente antes de las elecciones de 2024.
Estos importantes acontecimientos en nuestra nación deberían interesarnos por una buena razón. Rezo para que la gente deje la política a un lado y reconozca cuán peligrosas se han vuelto las cosas en nuestro país. Demasiadas personas no comprenden plenamente cómo estos acontecimientos están provocando que nuestra Constitución estadounidense quede nula y sin efecto. La mayor amenaza para el gobierno representativo y constitucional de Estados Unidos no es China o Rusia; no, son los políticos quienes utilizan los tribunales estatales y federales como arma para perseguir y enjuiciar a sus enemigos políticos. Permítanme demostrar cómo las acusaciones sin precedentes contra Trump están contribuyendo al rechazo de las ideas fundamentales de la Constitución de Estados Unidos.
La cláusula de igual protección, que se encuentra en la Sección 1 de la Decimocuarta Enmienda de nuestra Constitución, dice lo siguiente:
“Ningún Estado dictará ni hará cumplir ninguna ley que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; ni ningún Estado privará a ninguna persona de la vida, la libertad o la propiedad, sin el debido proceso legal; ni negar a ninguna persona dentro de su jurisdicción la igual protección de las leyes ”. [2]
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