Por el pastor Aubrey Duncan
Señales de su regreso
El huracán Helene ha llegado y ha dejado su huella destructiva en el sureste de los Estados Unidos y ha sacudido las mentes de todos los habitantes de la nación. Milton le sigue de cerca. Muchos han muerto y el dolor de los perdidos afectará para siempre las vidas de sus familiares y amigos sobrevivientes. Los daños y la destrucción de la propiedad son incalculables. El trauma emocional y la pérdida física perdurarán en las vidas de quienes experimentaron este evento catastrófico.
Al igual que los huracanes más severos del pasado, escuchamos los pronunciamientos de que éste es uno de los más severos que jamás haya tocado tierra. El hecho es que Helene se lleva el premio al más amplio, y ciertamente uno de los más mortíferos y destructivos. La oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Greenville-Spartanburg, Carolina del Sur, declaró: "Este es el peor evento en la historia de nuestra oficina".
Junto con este devastador desastre natural, Estados Unidos está viviendo un polémico proceso de elección presidencial. Según la mayoría de las opiniones, esta elección, más que cualquier otra elección anterior, determinará lo que sucederá con la democracia estadounidense y, por extensión, con la democracia en todo el mundo. El ex juez de la Corte Federal de Apelaciones Michael Luttig señaló: “Esta elección determinará si la democracia estadounidense seguirá siendo la envidia del mundo y el faro de la libertad y la democracia del mundo”.
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