viernes, 18 de octubre de 2024

0:00 / 13:35 Todo lo que pueda ser sacudido lo será - El zarandeo - Elena G. de White


 El número de esta hueste había disminuido. Con el zarandeo, algunos fueron dejados a la vera del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas clamando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron y quedaron rezagados en tinieblas; pero sus lugares fueron ocupados en seguida por otros, que se afiliaron a la hueste que había aceptado la verdad. Los ángeles malignos seguían agrupándose en su derredor, pero ningún poder tenían sobre ellos. Oí que los revestidos de la armadura proclamaban la verdad con gran poder, y ella producía su efecto. Vi a las personas que habían estado atadas: algunas esposas por sus consortes, y algunos hijos por sus padres.

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