Continuación..
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra
Y la tierra era caos y vacuidad, y había tinieblas sobre la superficie del abismo profundo. Y el Espíritu de Dios incubaba sobre la superficie de las aguas
Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y fue la luz.” Génesis 1:1-3.
Si hubiera tenido que escoger un lugar, un tiempo en el pasado para habitar en su espacio. Hubiera querido vivir en el tiempo de Noé. ¿Ustedes pueden pensar que estoy loco? Pero bueno, según la medida con la cual nos cataloga el sistema psiquiátrico y la ciencia de este mundo “moderno” es que el evangelio es locura para los que se pierden, pero para los que se salvan es poder de Dios (1 Corintios 1:18).
Sé que si hubiera vivido allí en ese lugar, y en ese tiempo hubiera sido imposible tomar como una referencia este mundo con su actual generación para traspolar los datos y compararlos entre sí, eso no me hubiera importado porque lo que más hubiera deseado era ir de visita a las puertas del Edén siendo custodiada por los ángeles y flanqueada por la gloria de Dios que refulgía visiblemente como si de un lugar santísimo se tratara en referencia al templo más tarde construido.
¿Algunos se pueden preguntar, Para que iría allí? Pues porque allí se encuentran nuestros orígenes que se anteponen poderosamente como sistema inmunológico a la infección del escepticismo y del ateísmo. No me importa que los ángeles no me dirigieran la palabra, pero el solo hecho de verlos y de saber que ese el lugar donde el padre de nuestra raza, se encontraba con su Creador, y que más tarde en las puertas del Edén el mismo Adán conducía a su familia para realizar el culto en honor a Dios y para mantener en la mente de sus hijos la esperanza de redención que un día el Señor enviaría a su Hijo a pagar los pecados que la misma raza humana había acarreado sobre sí.http://diario-de-alas97.blogspot.com.es/search/label/TROMPETAS
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