El tiempo del regreso de Jesús
Por Julio César Prado
Los placeres del mundo han cegado los ojos de la mayoría de las personas, haciéndoles imposible percibir la vida como realmente es. Confían en ilusiones para sostenerse. Disfrutan de los placeres pecaminosos, son esclavos de la pasión, consiguen todo lo que quieren, siguen todas las modas, frecuentan los bares de sus ciudades, ven los mejores programas nocturnos y se divierten al máximo. Muchos adolescentes se sienten atraídos por la fiesta y el entretenimiento donde se les anima a consumir bebidas alcohólicas, cigarrillos y “hang out”, con un fuerte atractivo sensual y sexual, y también hay ofertas de drogas y otras atracciones para la satisfacción personal y momentánea.
El cristiano que espera el regreso de Jesús nunca debe mirar o involucrarse con las cosas del mundo. ¿Son estas verdaderas alegrías? ¿Satisfacen plenamente nuestros corazones? Estamos viviendo en los últimos días de la historia de este mundo. Pero la humanidad no se da cuenta de que la reciente pandemia que ha asolado el planeta con miles de muertos y la guerra entre Rusia y Ucrania son signos del regreso de Jesús.
La historia bíblica muestra que un día se cerró la puerta del Arca de Noé y el mundo fue destruido por un diluvio universal. Sodoma y Gomorra abusaron de la misericordia divina y fueron quemadas. Hoy, la Puerta de la Gracia Divina sigue abierta, y Jesús continúa invitando: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Que venga el que tiene sed. y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” (Apocalipsis 22:17).
Desafortunadamente, la mayoría no tiene discernimiento espiritual y ni siquiera notará cuando la lluvia del Espíritu se está derramando. Fue así en los días de Noé: “Entró Noé en el arca, y no entendió hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:38–39). . Jesús no dice que los antediluvianos no vieron a Noé entrar en el arca. Dijo que no sabían. “Percibir” es mucho más que ver. Puede estar caminando por una calle solitaria y ver a una persona parada en la esquina y otra caminando hacia usted. Lo viste, pero no te diste cuenta de que era un robo. La inmensa mayoría de los cristianos no percibe los signos de los tiempos.
El regreso de Jesús es el tema central del apocalipsis, y el capítulo 24 de Mateo es el apocalipsis dentro del evangelio. El Señor Jesús emitió una advertencia urgente: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36). Muchos han usado este versículo como una excusa para evitar predicar sobre el regreso inminente de Jesús porque nadie puede predecir el día ni la hora exactos. Sin embargo, el contexto de Mateo 24 es la segunda venida de Jesús y las señales que conducen a ella. Entonces es posible reconocer las señales que indican el Segundo Advenimiento. Jesús, sin embargo, advirtió contra la tentación de fijar fechas para su venida.
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