domingo, 12 de noviembre de 2023

Debe esperarse oposición


Los hijos de Dios están procurando reparar la brecha que ha sido hecha en la ley de Dios. “Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.” Isaías 58:12-14.

Esto perturba a los enemigos de nuestra fe, y ellos emplean todos los medios de que disponen para estorbarnos en nuestra obra. Sin embargo, la muralla derribada se va levantando con firmeza. Se está amonestando al mundo, y muchos ya se apartan de la costumbre de pisotear el sábado de Jehová. Dios acompaña esta obra y el hombre no puede detenerla. Los ángeles de Dios cooperan con los esfuerzos de sus siervos fieles, y la obra progresa constantemente. Encontraremos oposición de toda clase, como la encontraron los que edificaban las murallas de Jerusalén; pero si velamos, oramos y trabajamos como ellos lo hicieron, Dios peleará nuestras batallas y nos dará preciosas victorias. Nehemías “se llegó a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová fué con él.” 2 Reyes 18:6, 7. Le enviaron repetidas veces mensajeros para solicitar un parlamento, pero él se negó a recibirlos. Los enemigos hicieron audaces amenazas con respecto a lo que se proponían hacer, y mandaron mensajeros a arengar al pueblo que se dedicaba a la obra de reconstrucción. Estos mensajeros presentaron incentivos halagadores y prometieron a los constructores dejarlos libres de restricciones y concederles maravillosos privilegios, si unían sus intereses a los suyos y dejaban su labor de construcción. Pero se dió al pueblo la orden de no entrar en controversia con sus enemigos y de no contestarles, a fin de no darles la ventaja de las palabras. Los enemigos recurrieron a las amenazas y al ridículo. Dijeron: “Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra derribará su muro de piedra.” Sanballat “encolerizóse y enojóse en gran manera, e hizo escarnio de los Judíos.” Nehemías oró así: “Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza.” “Y enviéles mensajeros, diciendo: Yo hago una grande obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. Y enviaron a mí con el mismo asunto por cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera. Envió entonces Sanballat a mí su criado, a decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano.” Nehemías 4:3, 4; 6:3-5.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Confiadas palabras de despedida

[Del último mensaje directo de la Sra. Elena G. de White a la iglesia] No espero vivir mucho. Mi obra est...