EL SURGIMIENTO DE LA IMAGEN DE LA
BESTIA
Y ejerce
toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y
hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue
sanada. (Apoc. 13: 12).
Para que los Estados Unidos formen una imagen de
la bestia, el
poder religioso debe dominar de tal manera al gobierno civil que la autoridad
del estado sea empleada también por la iglesia para cumplir sus fines. . .
La "imagen de la bestia" representa la forma de
protestantismo apóstata que se desarrollará cuando las iglesias protestantes
busquen la ayuda del poder civil para la imposición de sus dogmas. . .
Cuando la observancia del domingo sea impuesta por la ley, y el mundo
sea ilustrado respecto a la obligación del verdadero día de descanso, entonces
el que transgrediere el mandamiento de Dios para obedecer un precepto que no
tiene mayor autoridad que la de Roma, honrará con ello al papado por encima de
Dios; rendirá homenaje a Roma y al poder que impone la institución establecida
por Roma; adorará la bestia y su imagen. Cuando los
hombres rechacen entonces la institución que Dios declaró ser el signo de su
autoridad, y honren en su lugar lo que Roma escogió como signo de su supremacía,
aceptarán de hecho el signo de la sumisión a Roma, "la marca de la bestia". Y sólo cuando la
cuestión haya sido expuesta así a las claras ante los hombres, y ellos hayan
sido llamados a escoger entre los mandamientos de Dios y los mandamientos de los
hombres, será cuando los que perseveren en la transgresión recibirán "la marca
de la bestia". .
.
Al final de la lucha, toda la cristiandad quedará dividida en dos
grandes categorías: Los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y
los que adoran a la bestia y su imagen, y reciben
su marca. Si bien la iglesia y el estado se unirán para obligar a "todos,
pequeños y grandes, así ricos como pobres, así libres como esclavos", a que
tengan "la marca de la bestia" (Apoc. 13: 16, VM), el
pueblo de Dios no la tendrá. El profeta de Patmos vio que "los que habían salido
victoriosos de la prueba de la bestia , y de su imagen, y del
número de su nombre, estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios",
y cantaban el cántico de Moisés y del Cordero (Apoc. 15: 2, 3, VM). (Nota: CS,
496-503.* 168