No cabe duda de que la elección de Donald Trump para presidente
estadounidense fue en gran parte apoyada por el llamado "voto
evangélico" - los cristianos americanos se movieron en masa para apoyar a
un candidato que, aunque puede no haber sido el preferido de todos,
representaba La contradicción y la lucha contra la propuesta y la
ideología de la candidata que ha sido derrotada.
De hecho, si
miramos la llamada "derecha religiosa" Americana, encontramos allí
varios y destacados evangelistas muy reconocidos y acompañados por el
público, en particular a través de televisión y radio, que acaban
teniendo mucha influencia en la sociedad, sobre todo entre los que se
revisan en Valores cristianos. Fueron algunos de los que, incluso
durante la campaña electoral, pronunciaron una bendición especial sobre
trump, incluyendo la imposición de manos, en el sentido de el para traer
a América de vuelta al camino correcto.
Y cuál sería el camino
correcto? En resumen, detener la ola de progresismo y secularismo que
hace mucho tiempo asola a la nación americana y traer de nuevo la fe,
esencialmente la cristiana o judío-Cristiana, para el escenario
sociopolítico. No sorprende por eso la satisfacción de los religiosos
cuando, en campaña, trump prometió eliminar la enmienda Johnson, una ley
fiscal que impide a las iglesias de apoyar a candidatos políticos.
En la práctica, la estrategia de la derecha religiosa para América
vuelve al "camino correcto" pasa por la colocación de personas en
lugares de decisión - además de la presidencia, esto incluye a los
jueces del Tribunal Supremo - para conseguir la fuerza de la ley (sí, he
utilizado Esta expresión intencionalmente! ) lo que ha estado perdiendo
social y culturalmente para el secularismo a lo largo de las últimas
décadas.
Y aquí es donde me parece que hay un serio problema:
si bien es aceptable que las personas de orientación cristiana intenten
promover sus valores y principios en la sociedad, esto debería pasar a
través de la difusión y la enseñanza de estos valores y principios según
se son en las páginas De Las Escrituras, y no con los grupos de
presión, influencias, ventaja e incluso amiguismo. Es decir, este apoyo
que los evangélicos prestan a donald trump tiene motivaciones religiosas
pero se ejerce en forma y en el ámbito político.
En mi
opinión, esto es un paso muy peligroso, por dos razones: Primero,
claramente corre el riesgo de acercar el estado y la iglesia; segundo, y
no menos importante, significa que la derecha religiosa no dudará en
poner mano del poder político, que tiene capacidad legislativa, Para
hacer prevalecer sus intenciones, algo que conlleva graves implicaciones
de orden religioso.
Al observar cómo se desarrollan todos
estos movimientos, podemos estar seguros de que lo que está profetizado
va a suceder, tal vez antes de lo que imaginamos. Estemos.
Felipe Reyes