sábado, 25 de mayo de 2024

El objeto de las pruebas

Dios manda pruebas para saber quiénes permanecerán fieles cuando expuestos a la tentación. Coloca a cada uno en situaciones difíciles para ver si confiará en una potencia superior. Cada uno posee rasgos de carácter todavía ignorados y que deben ser puestos en evidencia por la prueba. Dios permite que aquellos que confían en sí mismos sean gravemente tentados, a fin de que puedan comprender su incapacidad.

Cuando sobrevienen pruebas; cuando vemos delante de nosotros, no una gran prosperidad, sino, por el contrario, una situación que exige algún sacrificio de parte de todos, ¿cómo recibimos las insinuaciones de Satanás de que nos esperan momentos extremadamente penosos? Si escuchamos lo que él nos sugiere, perderemos nuestra confianza en Dios. En un tiempo tal, debemos recordar que Dios cuida siempre de sus instituciones. Debemos considerar la obra que realizó y las reformas que hizo. Debemos juntar las pruebas de las bendiciones del cielo, las bendiciones ya recibidas de lo alto, y decir: “Señor, creemos en ti, en tus siervos y en tu obra. Ponemos nuestra confianza en ti. La casa editorial te pertenece, y no queremos faltar ni dejarnos desanimar. Tú nos has honrado poniéndonos en relación con tu institución; permaneceremos en tu camino para hacer justicia y juicio; haremos nuestra parte resueltos a permanecer leales a tu obra.”

 

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