viernes, 10 de mayo de 2024

No debe ocupar el primer puesto

En ningún caso deben nuestras casas editoriales dedicarse principalmente a los trabajos comerciales. Si se da a éstos el primer lugar, los obreros de las imprentas perderán de vista el blanco por el cual fueron establecidas y su trabajo degenerará.

Los directores cuya percepción espiritual se extravíe, están expuestos al peligro de publicar impresos de dudoso mérito, simplemente por la ganancia que reportan. De ello resultará que el objeto por el cual fueron fundadas nuestras editoriales se perderá de vista, y nuestras instituciones serán consideradas como cualquier otra empresa comercial. Ello deshonrará a Dios. En algunas de nuestras imprentas, el trabajo puramente comercial hace subir constantemente los gastos por la adquisición de máquinas costosas. Estos gastos gravan mucho el presupuesto de la institución. Además, cuando abunda el trabajo, se requiere no sólo más equipo de herramientas, sino mayor número de obreros del que se puede educar debidamente. Se asevera que el trabajo comercial es un beneficio financiero para la imprenta. Mas un Ser que tiene autoridad sacó la cuenta exacta de lo que cuesta este trabajo a nuestras principales casas editoriales. Presentó un balance fiel y demostró que las pérdidas exceden a los beneficios. Este trabajo obliga a los obreros a apresurarse constantemente y en este ambiente de fiebre y mundanalidad, la verdadera piedad decae. No es necesario que el trabajo comercial quede enteramente suprimido de nuestras imprentas, porque ello cerraría las puertas a los rayos de luz que deben ser comunicados al mundo. Así como el trabajo de Daniel como estadista no pervirtió su fe ni sus principios, no es forzoso que las relaciones con la gente del mundo perjudiquen a los obreros. Pero cada vez que el trabajo realizado para el mundo parezca dañar la espiritualidad de las instituciones, se lo debe excluir. Haced primero el trabajo que representa la verdad. Dadle siempre el primer lugar, y al trabajo comercial el segundo. Nuestra misión consiste en dar al mundo un mensaje de advertencia y misericordia.

 

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