martes, 18 de septiembre de 2012

Cada día con Dios.Elena G. de White

DIRIGIDOS POR EL GRAN PLANIFICADOR


"Y será Predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin." Mat. 24: 14.

La iglesia debe obrar activamente, como cuerpo organizado, para difundir la influencia de la cruz de Cristo. Los que trabajan abnegadamente para presentar la verdad a los de lejos y a los de cerca, son considerados en las cortes celestiales como "colaboradores de Dios. . . labranza de Dios, edificio de Dios" (1 Cor. 3: 9). Dirigidos por el gran Planificador, ponen de manifiesto lo que pueden llegar a ser los seres humanos cuando llevan el yugo de Cristo y aprenden de su mansedumbre y humildad.

Debido a que tantos de los profesos seguidores de Jesús tratan de ocupar el primer lugar, no puede confiar en ellos. Si fueran humildes y estuvieran dispuestos a aprender de él, manifestarían evidentemente ante el mundo la influencia que la verdad ejerce sobre los caracteres humanos. Los que trabajan en la obra de Cristo sin tratar jamás de exaltarse a sí mismos, se mantendrán en constante actividad en la promoción de sus empresas misioneras, y progresarán firmemente en ellas. . .

Dios espera que los que se dedican a su servicio luchen con todo entusiasmo por la fe que una vez les fue dada a los santos. Nuestra obra misionera debe ser más agresiva hoy que en lo pasado. Debemos añadir nuevos territorios; la norma de la verdad debe ser establecida en nuevos lugares; hay que fundar iglesias; hay que hacer todo lo posible para cumplir este cometido: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones" (Mat. 28: 19). . .

La vida de una iglesia depende del interés que sus miembros manifiesten por los que se encuentran fuera de ella. Recuerde la Iglesia de Dios que Cristo se dio a sí mismo como sacrificio para salvar al mundo de la destrucción. Por causa de nosotros se hizo pobre para que por su pobreza llegáramos a poseer las riquezas eternas. ¿Trazarán planes estrechos aquellos a quienes Dios ha bendecido con el conocimiento de la verdad? Despierten al sentido de sus grandes obligaciones para cortar toda atadura de egoísmo. . .

Búsquenlo mientras pueda ser hallado, y llámenlo en tanto que está cercano. No tienen razón alguna para carecer de fe ni para quejarse. Déjense de criticar y murmurar, y alberguen un espíritu de gratitud por las misericordias y bendiciones del pasado. Alaben al Señor con sincera gratitud por la luz de su palabra ( Signs of the Times , 21 de agosto de 1901).

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